como ya conté alguna vez, las marcas para apalear la crisis generan esto de los mega descuentos y lamentablemente yo soy una víctima de ellos. Así es como me veo un jueves (justo cuando después de días y días de lluvia sale sol) metida en un super mercado a las 5 de la tarde atacando las góndolas de forma cruel para hacer corta mi estadía.

Llego al último pasillo, porque si, soy de las obses que recorre el circuito de iz a derecha sin desviarme ni por unas pringles vistas a lo lejos (comestible noventoso si los hay), cargo las 4 latas de polvo galáctico para mi hija y me encuentro face to face con una cola de 8 carritos rebosantes de ansiedad oral. Nunca imagine que iba a ser tan grave. Resignada, tome el pack de 8 serenisimas, lo puse en el suelo y decidí tomar asiento. La gente me miraba absorta ante tanta informalidad. Pasaron 20 minutos y la cola seguía inmovil.

Después de 1h 05 min (sí, no miento) y de haber escuchado todas las charlas matrimoniales vecinas, finalmente llego a destino. Monto toda mi compra en la caja, paso la tarjeta y chan!!! "tarjeta sin fondos!", nooooo, no me puede pasar esto. Ante mi, así como sin descaro, una cartel enorme que decía "Sentís Carrefour?", Síiiiii sientoooooo!!!! siento ganas de hacer abandono de carritoooooo!!!!!

Decididamente esto de hacer las compras no es para mi. Entiendo que de alguna manera hay que alimentarse, pero yo no pienso ser el chivo expiatorio de este país inflacionario que no sabe como dibujar que estamos en el horno.